Rifle de Cerrojo de calibre 8x57 - Armas de caza Gravex

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Rifle de Cerrojo de calibre 8x57

Expertos opinan
Juan Ramón Alonso
Jara y Sedal Año III nº 18
Lujo, arte y precisión
 
La firma española Gravex realiza unos rifles de cerrojo de la máxima calidad reconocidos por los cazadores más exigentes como obras de arte con una precisión infalible. Todos los elementos del arma están cuidados hasta el más mínino detalle y el cliente participa activamente en todo el proceso de elaboración que culmina en una pieza irrepetible de insuperable efectividad.
 
Hace unos meses pudimos ver en esta páginas la ilusión y esfuerzo realizado por un lequeitiarra, afincado en Fuenterrabía, en la fabricación de armas de alta gama y precisión. Tras leer dicha entrevista me faltó tiempo para proponer al amigo Gabriel Romero el poder realizar una prueba de unos de sus rifles, a lo que accedió encantado. Para ello me prestó una de sus armas personales con la que llevaba años cazando. Como podréis observar por las fotos, se trata de un arma sobada pero bien cuidada, tanto por fuera como por dentro. El calibre en el que está recamarada esta joya es el venerable e injustamente denostado 8 x 57, con el que se cazado todo lo que alimenta sobre la tierra.
 
El arma se podría decir que se trata de una de esas cosas en las que no importa el tiempo que se tarde en terminarla; lo que realmente importa es el resultado final. En el caso que nos ocupa se puede ver que esto es cierto saboreando la minuciosidad con la que está resulto en su totalidad. El aspecto de entrada es impresionante, ya que el conjunto es de un armonía y elegancia fuera de toda duda. Este arma del más puro estilo inglés se elabora partiendo del gusto del propio comprador, al que se añade el asesoramiento de Gravex. Lo primero que se suele preguntar es para qué lo quiere y cómo lo quiere. Cuando las dos partes llegan a un acuerdo, se comienza por tomar medidas de la culata y empezar cuanto antes con los preparativos, que nunca son lo rápido que al cliente le gustaría, pero viendo los resultados, francamente merecen la pena.

La acción y el cerrojo. Esta es una acción Mauser original, de impecable elaboración y especialmente elegida, como no podría ser de otra forma. La suavidad con la que se desliza el cerrojo a lo largo de ella y la escasa holgura que existe en todo su recorrido hacen que esta operación se convierta en una delicia. A la palanca del cerrojo se le proporciona la largura, inclinación y forma que el cliente prefiere, para así poder cargar el arma y repetir el disparo de la forma más natural y rápida posible. La resistencia al girar la palanca del mismo es mínima, lo que facilita aún más la operación de montar el arma. El depósito es estándar máuser, con la palanca de apertura de la tapa integrada en el guardamonte. Este tiene una capacidad de cuatro cartuchos de tamaño estándar. La nuez original, con seguro de bandera, se ha sustituido por la versión deportiva con seguro lateral que, sin lugar a duda, es mucho más cómoda e igual de segura que la original, personalmente me gusta más el encanto de la original aunque he de reconocer que esto es algo puramente rematico.

Siguiendo con el cañón, este es de acero forjado en frio y provisto de cuatro estrías en sentido dextrógiro, completando una vuelta en diez pulgadas; este paso lo hace capaz de estabilizar toda la gama de pesos de los “ocho” milímetros. Su pulido interior es de espejo, lo que se traducirá a posteriori en una menor concentración de depósitos de cobre que hacen mermar la precisión de cualquier cañón. Este está roscado a la acción pero es de fácil sustitución, pues soltando el prisionero que se encuentra oculto en la parte inferior de la acción se puede sustituir fácilmente con la mano sin apenas esfuerzo. Esto lo convierte en arma muy versatil al poder cambiar de calibres si lo deseamos y disponemos de otros tubos. El pavonado está realizado mediante un proceso a la antigua, al que se denomina en frio. Este proceso, totalmente manual, se ha recuperado gracias a que algún artesano se ha preocupado de resucitar las viejas técnicas que lamentablemente se habían perdido. Como se puede ver, el resultado es de un aspecto negro azulado que si recuerda a la armas de hace algunos años.
 
Los elementos de puntería. El conjunto de alzas de librillo le confieren un carácter africano y además muy elegante. Se encuentra montado sobre una base que no está colocada de una manera aleatoria, sino a la distancia óptima para la vista del cliente (todo un lujo). El primer alza es fija y esta perfectamente centrada entre los cincuenta y cien metros. La tres abatibles restantes están regulada a doscientos, trecientos y cuatrocientos metros respectivamente, Estas dos últimas, aunque realmente están reguladas, las veo un poco optimistas, pero lo cierto es que no molestan y por si acaso ahí están.

El punto de mira es de tipo torpedo, de sección fina, para afinar la puntería y está montado sobre un zuncho con rampa sobre el que se encuentra un conjunto que seguramente muchos nunca habrían visto. Esta se trata de un punto de mira abatible que al levantarlo, oculta el primero, quedando el menor velado por el de sección mayor. Este segundo punto de mira, muy fácil de escamotear y restituir, está rematado en una bola de tres milímetros de marfil, y tiene como misión el facilitar esos tiros rápidos en cortaderos, en los que la precisión no cuenta tanto, ya que poco importa colocar el tiro centímetro arriba o abajo; es por tanto, un detalle más que la par de bonito es extraordinariamente útil.

El disparador.
También ha sido sustituido el original por una versión deportiva, regulable tanto en recorrido de desenganche como en el peso de la suelta. Viene tarado a unas tres libras y no dispone de mecanismo de sensibilizador o pelo. Esto último no le hace ninguna falta, ya que la suelta es limpia y libre de arrastres indeseables. La calidad del casete de disparo está más que contrastada. La cola del disparador (gatillo) está acanalada en toda es curvatura para impedir el deslizamiento del dedo sobre éste durante el disparo, evitando así errores en la puntería.

La culata cureña. Es espectacular tanto por su acabado y formas como por el magnifico escalaborne de nogal empleado para su construcción. Tanto la puntera como el pistolete están rematados ambos en sendos trozos de ébano. Los ajustes entre madera y partes metálicas son perfectos, inclusos se podría decir que si no fuera por el color no se sabría donde empieza uno y acaba el otro. Los picados están hechos mano en pico de diamante, con una densidad de veintiséis hilos por pulgada. En la parte inferior trasera se puede ver una plaquita perfectamente incrustada para personalizar el arma con las iniciales. Tras la misma, se puede apreciar también el único porta correas que lleva la madera, ya que el delantero está soldado al cañón mediante una abrazadera.
 
El cañón está perfectamente flotado para permitir que este vibre libremente durante el disparo. La cantonera es maciza del tipo Holland y se desliza muy bien por la ropa, detalle muy importante en un lance de caza, Además su misión de amortiguar el retroceso lo cumple a la perfección.

La prueba. Se realizó en las instalaciones de la Federación Vasca de Tiro Olímpico, sobre mesa y torreta de bench-test con apoyo trasero. La luz fue buena y constante, luciendo el sol en todo momento. La temperatura, muy agradable, unos dieciséis grados, y aunque parezca mentira sin apenas viento, como mucho una ligera brisa, casi imperceptible. En este caso no hizo falta limpiar el arma, ya que el propietario la mantiene en perfecto estado, como debe ser. Al coger el arma en la manos y sopesarla se nota el perfecto equilibrio, produciéndose el encare de una forma suave y natural. La prueba se dividió en dos partes con dos distancias diferenciadas: cincuenta y cien metros. La primera para las miras abiertas y la segunda para el visor que monta, un Khale de la serie Helia G de 2,5-10 x 50. Este visor está sujeto mediante unas monturas de uña del tipo shuler. La munición empleada fue la que nos suministró Gravex, con puntas H-Mantel de ciento ochenta grains.
 
Calibre Olvidado. Como he dicho al principio, se trata de un magnífico e injustamente olvidado calibre, que nada tiene que envidiar a ninguno de sus clase y que en el mundo cinegético lo tiene todo más que demostrado. Como anécdota y para que sirva de ejemplo, contaré que en Zimbawe, Winan, el cazador profesional con el que estuve llevaba siempre su 8 x 57 cargado con Noder-Partisio de 200 grains, incluso para los grandes elan. Con eso creo que está todo dicho sobre la capacidad de este calibre. Con el alza en uve y el punto de mira finito, la puntería se realiza de forma muy agradable y los resultados son estupendos, la prueba consistió en efectuar tres disparos en el menor tiempo posible y los resultados están a la vista, pues la agrupación de los impactos no supero los dieciséis milímetros entre centros. En la segunda el paseo fue un poco más largo, hasta cien metros. En la posición de diez aumentos se efectuaron cuatro disparos, pero esta vez tomando tiempo suficiente para respirar profundamente y repetir los tiros con tranquilidad. Los resultados fueron asombrosos, como pocos rifles de caza. La agrupación conseguida con cuatro disparos fue más propia de un táctical que de un rifle de caza, que no superó los veinte milímetros entre centros; repito verdaderamente extraordinario.
 
Conclusiones. Podemos decir sin miedo a equivocarnos que nos encontramos ante un magnífico exponente del buen hacer y el buen gusto en la fabricación de armas, donde se aglutina una estética excelente con los mejores conocimientos técnicos. No quiero entrar a valorar el precio de una de estas joyas, ya que indudablemente no son baratas. Pero si las comparamos con las de otros fabricantes de armas tan exclusivas como por ejemplo la que nos ocupa, podremos ver que la relación precio calidad es mucho mejor que en otros casos, y sin tener que envidiarles ni en belleza y menos aún en precisión y fiabilidad. Esto último lo demuestra el hecho de que cazadores profesionales africanos hayan depositado su confianza en la marca Gravex lo que supone toda una reválida. Solo me resta dar la enhorabuena a todos los que tengan la suerte de poseer y disfrutar de una de estas maravillas.
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