Rifle de Cerrojo de calibre 8x57
Expertos opinan
![](images/PUBLICACIONES-Y-FOTOS-GRAVEX-001.jpg)
![](images/PUBLICACIONES-Y-FOTOS-GRAVEX-002.jpg)
Juan Ramón Alonso
Jara y Sedal Año III nº 18
Lujo, arte y precisión
La firma española Gravex realiza unos rifles de cerrojo de la máxima calidad reconocidos por los cazadores más exigentes como obras de arte con una precisión infalible. Todos los elementos del arma están cuidados hasta el más mínino detalle y el cliente participa activamente en todo el proceso de elaboración que culmina en una pieza irrepetible de insuperable efectividad.
![](images/J-S_Cerrojo--2-.jpg)
Hace unos meses pudimos ver en esta páginas la ilusión y esfuerzo realizado por un lequeitiarra, afincado en Fuenterrabía, en la fabricación de armas de alta gama y precisión. Tras leer dicha entrevista me faltó tiempo para proponer al amigo Gabriel Romero el poder realizar una prueba de unos de sus rifles, a lo que accedió encantado. Para ello me prestó una de sus armas personales con la que llevaba años cazando. Como podréis observar por las fotos, se trata de un arma sobada pero bien cuidada, tanto por fuera como por dentro. El calibre en el que está recamarada esta joya es el venerable e injustamente denostado 8 x 57, con el que se cazado todo lo que alimenta sobre la tierra.
El arma se podría decir que se trata de una de esas cosas en las que no importa el tiempo que se tarde en terminarla; lo que realmente importa es el resultado final. En el caso que nos ocupa se puede ver que esto es cierto saboreando la minuciosidad con la que está resulto en su totalidad. El aspecto de entrada es impresionante, ya que el conjunto es de un armonía y elegancia fuera de toda duda. Este arma del más puro estilo inglés se elabora partiendo del gusto del propio comprador, al que se añade el asesoramiento de Gravex. Lo primero que se suele preguntar es para qué lo quiere y cómo lo quiere. Cuando las dos partes llegan a un acuerdo, se comienza por tomar medidas de la culata y empezar cuanto antes con los preparativos, que nunca son lo rápido que al cliente le gustaría, pero viendo los resultados, francamente merecen la pena.
![](images/J-S_Cerrojo--5-.jpg)
![](images/J-S_Cerrojo--4-.jpg)
Siguiendo con el cañón, este es de acero forjado en frio y provisto de cuatro estrías en sentido dextrógiro, completando una vuelta en diez pulgadas; este paso lo hace capaz de estabilizar toda la gama de pesos de los “ocho” milímetros. Su pulido interior es de espejo, lo que se traducirá a posteriori en una menor concentración de depósitos de cobre que hacen mermar la precisión de cualquier cañón. Este está roscado a la acción pero es de fácil sustitución, pues soltando el prisionero que se encuentra oculto en la parte inferior de la acción se puede sustituir fácilmente con la mano sin apenas esfuerzo. Esto lo convierte en arma muy versatil al poder cambiar de calibres si lo deseamos y disponemos de otros tubos. El pavonado está realizado mediante un proceso a la antigua, al que se denomina en frio. Este proceso, totalmente manual, se ha recuperado gracias a que algún artesano se ha preocupado de resucitar las viejas técnicas que lamentablemente se habían perdido. Como se puede ver, el resultado es de un aspecto negro azulado que si recuerda a la armas de hace algunos años.
![](images/Cerrojo--7-.jpg)
![](images/J-S_Cerrojo--6-.jpg)
El disparador.También ha sido sustituido el original por una versión deportiva, regulable tanto en recorrido de desenganche como en el peso de la suelta. Viene tarado a unas tres libras y no dispone de mecanismo de sensibilizador o pelo. Esto último no le hace ninguna falta, ya que la suelta es limpia y libre de arrastres indeseables. La calidad del casete de disparo está más que contrastada. La cola del disparador (gatillo) está acanalada en toda es curvatura para impedir el deslizamiento del dedo sobre éste durante el disparo, evitando así errores en la puntería.
![](images/J-S_Cerrojo--1-.jpg)
El cañón está perfectamente flotado para permitir que este vibre libremente durante el disparo. La cantonera es maciza del tipo Holland y se desliza muy bien por la ropa, detalle muy importante en un lance de caza, Además su misión de amortiguar el retroceso lo cumple a la perfección.
La prueba. Se realizó en las instalaciones de la Federación Vasca de Tiro Olímpico, sobre mesa y torreta de bench-test con apoyo trasero. La luz fue buena y constante, luciendo el sol en todo momento. La temperatura, muy agradable, unos dieciséis grados, y aunque parezca mentira sin apenas viento, como mucho una ligera brisa, casi imperceptible. En este caso no hizo falta limpiar el arma, ya que el propietario la mantiene en perfecto estado, como debe ser. Al coger el arma en la manos y sopesarla se nota el perfecto equilibrio, produciéndose el encare de una forma suave y natural. La prueba se dividió en dos partes con dos distancias diferenciadas: cincuenta y cien metros. La primera para las miras abiertas y la segunda para el visor que monta, un Khale de la serie Helia G de 2,5-10 x 50. Este visor está sujeto mediante unas monturas de uña del tipo shuler. La munición empleada fue la que nos suministró Gravex, con puntas H-Mantel de ciento ochenta grains.
![](images/J-S_Cerrojo--7-.jpg)
Conclusiones. Podemos decir sin miedo a equivocarnos que nos encontramos ante un magnífico exponente del buen hacer y el buen gusto en la fabricación de armas, donde se aglutina una estética excelente con los mejores conocimientos técnicos. No quiero entrar a valorar el precio de una de estas joyas, ya que indudablemente no son baratas. Pero si las comparamos con las de otros fabricantes de armas tan exclusivas como por ejemplo la que nos ocupa, podremos ver que la relación precio calidad es mucho mejor que en otros casos, y sin tener que envidiarles ni en belleza y menos aún en precisión y fiabilidad. Esto último lo demuestra el hecho de que cazadores profesionales africanos hayan depositado su confianza en la marca Gravex lo que supone toda una reválida. Solo me resta dar la enhorabuena a todos los que tengan la suerte de poseer y disfrutar de una de estas maravillas.